Quienes tratan a una persona con formalidad se refieren a ella por su nombre, por ejemplo, Roxana; pero quienes gozan de su amistad, la pueden llamar Roxanita, Roxan, Roxi, Chana e incluso Chanita, dependiendo del menor o mayor grado de confianza. Esta variación afectiva del nombre propio, que transforma Victoria en Vicky, Alejandro en Alejo, Luis en Lucho, etc., es lo que se denomina hipocorístico.
Hipocorístico (Del griego hypokoristikós, ‘acariciador’) es un adjetivo que el DRAE define como “Dicho de un nombre: Que en forma diminutiva, abreviada o infantil, se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística”. Luis Hernán Ramírez (1997: 229-230) explica que “con este término se alude a las abreviaciones, modificaciones y, algunas veces, a inexplicables deformaciones que sufren los nombres propios de personas en la lengua familiar y que son usadas para designar cariñosamente a un individuo en el medio familiar”.
Un hipocorístico se puede formar a través de diversos procedimientos (Ramírez):
a) Transformación fonética, con semejanza a los sonidos del lenguaje infantil: Gloria → Yoya; Sergio → Checho; César → Shesha.
b) Adición de sonidos: Juan → Juancho; María → Maricucha; Miguel → Miguecho; Luis → Luisito.
c) Supresión de sonidos, sean iniciales, intermedios o finales: Guadalupe → Lupe; Gustavo → Tavo; Gregorio → G(reg)o(r)io → Goyo; R(odr)igo → Rigo; Teresa → Tere; Natalia →Naty, María Julia → Maju.
d) Supresión de sonidos y deformación fonética: Isabel → -sabel → Chabela; Rosario → -sario → Charo; Mercedes → -merce → Meche; Soledad → -sole → Shole.
e) Repetición de una sílaba del nombre: Roberto →-to → Toto; Noemí → No- →Nonoy.
Por otro lado, Martínez de Souza indica que los hipocorísticos, además, "pueden consistir en palabras formales aplicadas con un sentido especial dotado de cierta ternura, como cuando a un niño le llamamos rey, cielo o a una niña la llamamos cielo, muñeca. También puede adoptar, en este caso, cierta forma diminutiva, como chiqui (de chico) o cielín (de cielo) o bien un abreviamiento, como peque (de pequeño)”.
Veamos algunos nombres y sus respectivos hipocorísticos; de mujeres: Yolanda, Yoli; Graciela, Chela; Luisa, Lulú; Susana, Susi; Pilar, Pili; Tamara, Tami; Dolores, Lola; Guillermina, Mina; Concepción, Conchita; Cristina, Cris; Elizabeth, Liz; María Teresa, Maite. De varones: Antonio, Toño, Toni; Fernando, Nando; Jorge, Coco; Javier, Javicho; Francisco, Pancho; Juan José, Juanjo; José María, Chema; Ignacio, Nacho; Eduardo, Lalo; Enrique, Quique; Federico, Quico.
A veces un hipocorístico se utiliza para varios nombres: Tina abrevia a Ernestina, Cristina, Valentina, Agustina; y Teo, a Teodoro, Timoteo, Teófilo, Doroteo, Teodocio.
Un nombre genera un conjunto de hipocorísticos, algunos de los cuales evolucionan y adquieren autonomía, para después ser aceptados como nuevos nombres. Del nombre hebreo Jacob, por ejemplo, se creó Jaco, Jago o Yago, y de este devino Santiago; Jacobo se transformó en Jácome que, trasladado al catalán, resultó Jaume, hasta llegar a Jaime. Isidoro formó Isidro; María Soledad, Marisol; María Isabel, Maribel y Mabel; María Ana, Marián, y Ana Isabel, Anabel.
En algunos casos es difícil emparentar el hipocorístico con el nombre original, por ejemplo: de Gertrudis se formó Tula; de Eduviges, Avoiza; de Ramón, Moncho; de Vicente, Tico, y de Eulalia, Laia.
Es curiosa la formación de Pepe como hipocorístico de José; según la tradición cristiana, se utilizó la abreviatura p.p. del latín pater putativus en alusión al padre de Jesús. Se dice también que Francisco formó Paco debido a la abreviación de Pater Comunitas, con que los monjes se referían a la congregación de San Francisco de Asís; aunque es evidente la simple reducción de la escritura Phranciscus a Phacus y de esta a Pacus.
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Albaigès, Josep M. (2006) “Hipocorísticos” http://www.albaiges.com/foni/hipocoristicos.htm
Martínez de Souza, José (1998) “Los hipocorísticos” En: http://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/septiembre_98/11091998_02.htm
Ramírez, Luis Hernán (1997) “Estructura y funcionamiento del lenguaje” 7ª ed. Lima: M&B editores.
Hipocorístico (Del griego hypokoristikós, ‘acariciador’) es un adjetivo que el DRAE define como “Dicho de un nombre: Que en forma diminutiva, abreviada o infantil, se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística”. Luis Hernán Ramírez (1997: 229-230) explica que “con este término se alude a las abreviaciones, modificaciones y, algunas veces, a inexplicables deformaciones que sufren los nombres propios de personas en la lengua familiar y que son usadas para designar cariñosamente a un individuo en el medio familiar”.
Un hipocorístico se puede formar a través de diversos procedimientos (Ramírez):
a) Transformación fonética, con semejanza a los sonidos del lenguaje infantil: Gloria → Yoya; Sergio → Checho; César → Shesha.
b) Adición de sonidos: Juan → Juancho; María → Maricucha; Miguel → Miguecho; Luis → Luisito.
c) Supresión de sonidos, sean iniciales, intermedios o finales: Guadalupe → Lupe; Gustavo → Tavo; Gregorio → G(reg)o(r)io → Goyo; R(odr)igo → Rigo; Teresa → Tere; Natalia →Naty, María Julia → Maju.
d) Supresión de sonidos y deformación fonética: Isabel → -sabel → Chabela; Rosario → -sario → Charo; Mercedes → -merce → Meche; Soledad → -sole → Shole.
e) Repetición de una sílaba del nombre: Roberto →-to → Toto; Noemí → No- →Nonoy.
Por otro lado, Martínez de Souza indica que los hipocorísticos, además, "pueden consistir en palabras formales aplicadas con un sentido especial dotado de cierta ternura, como cuando a un niño le llamamos rey, cielo o a una niña la llamamos cielo, muñeca. También puede adoptar, en este caso, cierta forma diminutiva, como chiqui (de chico) o cielín (de cielo) o bien un abreviamiento, como peque (de pequeño)”.
Veamos algunos nombres y sus respectivos hipocorísticos; de mujeres: Yolanda, Yoli; Graciela, Chela; Luisa, Lulú; Susana, Susi; Pilar, Pili; Tamara, Tami; Dolores, Lola; Guillermina, Mina; Concepción, Conchita; Cristina, Cris; Elizabeth, Liz; María Teresa, Maite. De varones: Antonio, Toño, Toni; Fernando, Nando; Jorge, Coco; Javier, Javicho; Francisco, Pancho; Juan José, Juanjo; José María, Chema; Ignacio, Nacho; Eduardo, Lalo; Enrique, Quique; Federico, Quico.
A veces un hipocorístico se utiliza para varios nombres: Tina abrevia a Ernestina, Cristina, Valentina, Agustina; y Teo, a Teodoro, Timoteo, Teófilo, Doroteo, Teodocio.
Un nombre genera un conjunto de hipocorísticos, algunos de los cuales evolucionan y adquieren autonomía, para después ser aceptados como nuevos nombres. Del nombre hebreo Jacob, por ejemplo, se creó Jaco, Jago o Yago, y de este devino Santiago; Jacobo se transformó en Jácome que, trasladado al catalán, resultó Jaume, hasta llegar a Jaime. Isidoro formó Isidro; María Soledad, Marisol; María Isabel, Maribel y Mabel; María Ana, Marián, y Ana Isabel, Anabel.
En algunos casos es difícil emparentar el hipocorístico con el nombre original, por ejemplo: de Gertrudis se formó Tula; de Eduviges, Avoiza; de Ramón, Moncho; de Vicente, Tico, y de Eulalia, Laia.
Es curiosa la formación de Pepe como hipocorístico de José; según la tradición cristiana, se utilizó la abreviatura p.p. del latín pater putativus en alusión al padre de Jesús. Se dice también que Francisco formó Paco debido a la abreviación de Pater Comunitas, con que los monjes se referían a la congregación de San Francisco de Asís; aunque es evidente la simple reducción de la escritura Phranciscus a Phacus y de esta a Pacus.
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Albaigès, Josep M. (2006) “Hipocorísticos” http://www.albaiges.com/foni/hipocoristicos.htm
Martínez de Souza, José (1998) “Los hipocorísticos” En: http://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/septiembre_98/11091998_02.htm
Ramírez, Luis Hernán (1997) “Estructura y funcionamiento del lenguaje” 7ª ed. Lima: M&B editores.
2 comentarios:
Muy bien José "Pepe", por el artículo, como siempre enviando curiosidades sobre el lenguaje.
joseph, ¿y lo de la tildación optativa? publica también ese artículo... ojalá tengas tiempo...
sabes, el otro día estuve leyendo unos temas de morfología y hay un afijo que no es muy tomado en cuenta en el estudio de los morfemas; se trata del INFIJO. me parece que sería interesante que profundices sobre este tema.
saludos... líder. jaja.
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